lunes, junio 12, 2006

GAS NATURAL Y SUS ESTAFAS - POST 07


Sigo con mi reality: Comentarios de un desgraciado partícipe del infame espectáculo: A great Gas Natural’ s show, with the very nice boys and the most pretty girls dancers, all against a very, very, very, mange dog client. (Traducción: Gran espectáculo de Gas Natural con sus muy encantadores bailarines y las mas preciosas bailarinas, todos contra un cliente muy, muy, pero que muy perro sarnoso). Hago esta broma para compensar mi mala milk. Esta empresa mas bien parece un club de Music Hall, tipo El Molino, pero en malo (en el Molino trabajaban gentes respetables y honradas). Esto no es mas que un mal sucedáneo que les ha salido, y que podría llamarse Gas Natural Servicios SDG, S.A., Compañía de bajas variedades y, aun peores, componentes artísticos).
Escribí la carta del 30 de Enero ante la total indiferencia de estos individuos a mi escrito del 16 de Enero. La táctica de ignorar los escritos y las reclamaciones de los clientes para ver si se cansan de reclamar, por lo visto esta de moda. Habría que saber cuantos millones se han gastado en seminarios hechos por la gentuza experta correspondiente para aleccionar a los responsables, perdón, irresponsables, de atender las quejas de sus clientes y a los responsables, perdón, irresponsables, de evitar los fraudes y malas prácticas empresariales habituales en esta empresa.
Para la próxima os tengo reservada una sorpresa que aumenta todavía mas, si cabe, la nefasta actitud por parte de Gas Natural para con sus clientes y para la sociedad en general, por lo que respecta a manipulación de datos y contratos y descontratos fraudulentos sin conocimiento del cliente. Por cierto, ¿Les dice algo una cosa que llaman OPA?
He salido a efectuar una compra y al bajar la escalera he visto en mi buzón un paquete de Gas Natural a mi nombre. Lo abro y me encuentro con una carta y con un premio de consolación consistente en un bolígrafo y un lapicero publicitarios con el nombre de la innombrable grabado. En la carta, un tal Joan Bosch Molinas, el mismo que el 26 de Julio de 2005 contestó a mi primera carta del 8 de Julio, anunciándome que en breve un Gestor de Atención Personalizada resolvería mi solicitud (que nadie resolvió). El mismo al que dirigí mi carta del 31 de octubre porque no me habían atendido en mi petición. El mismo al que en la misma carta le expuse, que había recibido unos cargos en mi cuenta corriente que no me correspondían (la vivienda que vendí hace 15 años) y que no mereció la menor atención por su parte, motivo por el cual se ha originado todo el lío con Directores, Consejeros-Delegados y Presidentes. Ese mismo me envía 2 bolis, y se atreve a decirme en la carta que he recibido hoy fechada, en 3 de Marzo:
“Apreciado Cliente:
Nos ponemos nuevamente en contacto con usted, en relación con su escrito de fecha 31/10/05.
Le informamos de que su solicitud ha sido tramitada, circunstancia que ya le ha sido notificada telefónicamente en fecha reciente por nuestro Gestor de Atención Personalizada, responsable de su gestión.
Aprovechamos la ocasión para agradecerle que nos haya hecho llegar sus comentarios, los cuales nos permiten aplicar las correspondientes acciones correctivas a los efectos de mejorar nuestros procesos de atención al cliente.
Asimismo, nos complace remitirle un pequeño obsequio que esperamos sea de su agrado.
Como siempre, quedamos a su disposición a través de cualquiera de nuestros servicios de atención al cliente.
Sin otro particular, le saludamos atentamente.”
Esto ya no es un espectaculo malo de Gas Natural Music Hall, esto es un verdadero Gas Natural Horror Show. Un juego de despropósitos. ¿Hay alguien con cerebro en esa empresa? ¿Hay alguien que coordine algo?
He salido a hacer la gestión con una rara sensación en el estómago. Estarán intentando volverme loco? Serán ellos los que lo están? ¡Dios mío! ¡La duda corroe mi alma.! Lo estaré yo, o lo estarán ellos?
Con el ánimo bien caldeado y dudando de mi cordura, he hecho la compra que tenía previsto y he podido ver en una maqueta del Ayuntamiento, que había en el mercado, como quedará la zona en que vivo después de una obras de mejoras. Me ha parecido bien, pero no me ha animado en absoluto respecto a la pena que arrastro con la innombrable (G.N.), o sea, el cabreo iba en aumento a cada minuto que pasaba.
Al volver hacia mi casa, en el camino, he visto a un hombre muy pobremente vestido, sentado en un escalón, acariciando a un perro muy viejo y que parecía tan achacoso como él mismo. Me ha llamado la atención el cariño que aquellos dos seres parecían sentir el uno por el otro, pese a su apariencia tan sumamente desvalida y pobre. He seguido caminando dudando en volver y ofrecerle una pequeña ayuda, pero he pensado, ¿Y si le ofendo?, ¿Y si es un delincuente? ¿Y si está loco?. Antes de llegar a mi casa me he vuelto un par de veces y el señor, caminaba unos pasos y se detenía, ora en un banco, ora apoyado en una papelera. En la puerta de mi casa, por fin, ha podido el sentimiento mas que la estupidez, y he vuelto sobre mis pasos. El señor había enfilado una calle lateral e iba por delante de mí unos 10 o 15 metros. He acelerado y le he llamado: Caballero!, Oiga!, se ha detenido y al llegar junto a él, mas o menos con estas palabras, le he pedido disculpas si le molestaba, y si me permitía darle una pequeña ayuda. Los ojos del pobre hombre se han iluminado con un agradecimiento que le salía del alma, y ha aceptado el billete de 10 euros que llevaba yo en el bolsillo. Me ha explicado que estaba enfermo y que no podía respirar bien, que se cansaba mucho. Yo le he preguntado si había ido al médico, a lo que me ha respondido que sí; que su esperanza es que le dieran una pequeña pensión que tenia solicitada, que le serviría para poder seguir aguantando con su vieja perra de 12 años; que yo tuviera toda la suerte del mundo y que ájala un día él me pudiera ayudar a mi, aclarando que no porque yo estuviera en una mala situación sinó por corresponder por la gran ayuda que para él eran aquellos 10 euros; que iba a comprar comida para la pobre perra... He intentado darle algo de lo que yo había comprado y no lo ha aceptado. Le he deseado toda la suerte del mundo. Nos hemos estrechado la mano, y el contacto de mi mano con la del pobre señor me ha hecho sentir mas humano y mas vivo, que el contacto con muchas de las manos que haya podido estrechar a lo largo de mi vida.
He llegado a mi casa mucho más tranquilo de lo que he salido. No soy nada creyente en cosas de origen divino, pero sí soy creyente en el ser humano, lo cual me ha dado en mi vida mas tortas de las que creía poder aguantar (así estoy yo). Un agradecimiento por hacer una cosa que a uno le cueste mucho o no le cueste nada, pero que beneficia a otro, y que éste te gratifique con su agradecimiento, vale por 100 innombrables, se llamen Gas Natural o Armando Guerra Solo.
Existen individuos en la peor acepción de la palabra, pero no conviene olvidar que existen muchas mas personas, en la mejor acepción de la palabra.
Ahí va la nueva carta. La contestación a la que he recibido hoy la publicare en el momento cronológico que le toque.
Carta dirigida al Sr. Salvador Gabarró Serra Presidente de G.N en 30 de Enero de 2006 mediante burofax.
“Señor Gabarró, le saludo atentamente a Vd., o al ente xXx que reciba este nuevo escrito.
En primer lugar le felicito por su no-contestación a mi escrito del pasado 16 de Enero. Gracias Sr. Gabarró, desgraciadamente, siguen sin defraudarme en mi convencimiento de que Vds. aplican una perfecta táctica de desatención y aburrimiento de sus clientes. Ciertamente merecen ser felicitados por su constancia en el principio del desgaste del enemigo, como parece, por su comportamiento, que consideran a sus clientes, olvidando que son los que, al fin y a la postre, generan los beneficios de su empresa, donde, por cierto, Ustedes son meramente los gestores, no los amos. Tal vez debieran de tener en cuenta a sus accionistas, no solo tipo La Caixa, sino a todos los demás, grandes o pequeños. Felicitaciones de nuevo, ¡Ustedes, sí que valen y tienen claros sus objetivos!.
No sé si ha tenido tiempo de releer mis escritos, sin olvidar los suyos contestándome, los cuales, por cierto, le va a ser difícil localizar, simplemente, porque no se han dignado, o tal vez han creído conveniente no contestar a ninguno. Si no ha sido así le entiendo, ya que, tal vez, sus, sin duda importantísimas obligaciones (entre las que parece que no se encuentra atender o, hacer atender, a un cliente) pueden habérselo impedido. Supongo que ni atenderme a mi ni a otros miles de clientes. Para eso están sus teléfonos 900 para torear, perdón, para atender a esos desgraciados seres denominados clientes que bordeando la subnormalidad se atreven a pedir explicaciones y la debida satisfacción ante los chanchullos, ciertamente fraudulentos, que perpetra contra ellos Gas Natural.
Sigo esperando su contestación a mi escrito del 16 de Enero de 2006. No menciono al resto de escritos, ya que en este creo que quedan resumidas las cosas que Vds. mantienen pendientes de resolver conmigo.
Por si les interesa, (tengo serias dudas al respecto), Señor Gabarró, acabo de recibir una nueva factura de Gas Natural fechada en 20 de Enero de 2006, en la que me cargan un nuevo consumo de la vivienda que vendí hace quince anyos de la calle xxx. No esta mal. Ya son cuatro facturas improcedentemente cargadas a mí, equivalentes a unos ocho meses de un consumo que no me corresponde. A titulo anecdótico, me permito recordarles que este asunto fue detectado por mí, y comunicado a Vds., (ciertamente debo reconocer que tan sólo hace tres meses), en mi carta del 31 de Octubre de 2005 y en el resto de escritos que les he dirigido desde entonces.
Asimismo, por si le interesa, el día 26 de Enero recibí una amable llamada de una amable Srta. (sigo reconociendo que las mujeres de voz bonita y suave que ponen en la vanguardia de su atención a los clientes son un dechado de amabilidad y educación. Aclaro: en la Vanguardia, y en la Retaguardia). Si de un ejercito se tratara, seria un ejercito compuesto de dulces mujeres, que aún con una deficiente preparación, son las destinadas a encajar los golpes salvajes de las hordas enemigas (Clientes), cuando estos intentan atravesar la frontera de un país llamado Gas Natural. Mientras ellas luchan y repelen al enemigo (clientes) un grupito de señores (¿y Señoras?), se mantienen bien a cubierto en un secreto cuartel general cuyo emplazamiento ninguna de las guerreras conoce, ni mucho menos tiene idea de quienes son para los que están luchando. En fin, dejemos el rollo literario. Sr. Gabarró la Srta. de marras me anuncio que: para compensar todos los cargos indebidos y molestias causadas a un servidor por parte de Gas Natural Servicios SDG, S.A., me abonaban en mi cuenta corriente 112 euros. ¿Es Vd. quien ha dado la orden de liquidación del asunto entre Gas Natural y yo, con un abono de 112 euros? Sr. Gabarro, Sr. Villaseca, Sra. Alicia, o quien sea, (si es que alguien Es, en esa empresa), el calificativo a aplicarles lo dejo a su elección; busquen en el diccionario y elijan el adjetivo que mejor defina su comportamiento el cual, si tienen un mínimo de decencia (doy por sentado que la tienen), será ofensivo. Seguro que aciertan.
Ahora sí, Sr. Gabarró, como sea que ya estoy harto de Vds. y cansado, que no aburrido, de perder el tiempo y mis nervios por su culpa, si por todo el día 4 de Febrero de 2006 no queda totalmente solucionado este entupido asunto (formado por Vds. mismos con sus irregulares actuaciones empresariales), a plena satisfacción, no sólo para Vds. sino también para mí, daré por sentado que seguir hablando con Vds. (mejor dicho escribiendo monólogos), es también aún más entupido e inútil por mi parte, por lo que les comunico que lo interpretaré como una desatención última por parte de Gas Natural Servicios SDG, S.A., a la vez que, como su total conformidad a que tome las medidas que crea oportunas, desde la denuncia ante las instituciones correspondientes, (Ayuntamiento, Generalitat, OCU, Grandes accionistas, como La Caixa, etc.), hasta la debida publicidad de toda esta historia, (incluidas copias de todos mis escritos dirigidos a Vds. y, por desgracia, ninguna de sus inexistentes respuestas a los mismos), por si a algún otro de sus enemigos (Clientes) le puede servir de ejemplo, de ayuda o de incentivo. Respecto a la debida publicidad ya buscaré el medio más apropiado ya sea escrito, hablado, o cibernético.
Aunque sospecho que Vds. seguirán sin atenderme, y aún sintiéndome un poco estúpido, confío en su inmediata respuesta, sea en el sentido que sea, pero sí una respuesta seria y definitiva.
Le saludo atentamente.”


P.D.
“Como ejemplo de su estupenda atención, perdón, desatención mediante los teléfonos 900, le voy a relatar un ejemplo recientísimo de lo que Gas Natural esta haciendo con sus clientes. Sé que Vds. ya lo conocen, pues lo han puesto Vds. mismos en funcionamiento, y conocen las molestias que ocasionan, pero lo que no sé, es el porqué de su inconsciencia en el tratamiento de estos temas con clientes afectados por sus sistemas de actuación empresarial. Va a quedar constancia del hecho en este escrito que, o mucho me equivoco, o va acabar en manos de terceros para que decidan e, indudablemente, si Vds. siguen optando por el trato que me han dado hasta ahora, acabará siendo publicado, y todo ello, gracias a su empeño y a la soberbia y prepotencia mostradas por Vds. Al menos, hasta el día de hoy.Durante este mes de Enero, en particular la semana del 23 al 29, hemos sufrido varios cortes de energía, normalmente alrededor de las 21 horas. El pasado viernes día 27, fueron cinco los cortes repartidos a lo largo de la jornada, siendo el ultimo de ellos alrededor de las 21 horas. Por otros vecinos, se que han llamado a averías, de Vds. o de Endesa, tanto monta, monta tanto, y las explicaciones han sido algo parecido a no sabemos, pasamos nota. Ese DIA y a esa hora, servidor, pese a tener claro lo que me esperaba, o sea bla, bla, bla, llamé a su teléfono de Urgencias 900750750. La amable Srta. esperada me atendió amablemente y cumplió con su obligación que era decir que no tenían constancia de ninguna avería y que pasarian nota del aviso; ante mi pesadez al explicarle que en el mismo día era la quinta interrupción del suministro y que llevábamos varios días con la misma historia y que demandaba con quien hablar en serio, optó por darme otro número de teléfono el 900700365. Llamé y me encontré de nuevo con su famoso servicio de atención al cliente. Me sorprendió no recibir el agradable sonido de una voz femenina, sino la de un caballero. Le explique el tema, manifestándole mi enfado. Pese a indicarle la dirección y el barrio (Cxxx), me pidió mi numero de DNI, y aquí viene lo divertido, salio el Estilo Gas Natural ya que, con un tonillo bastante prepotente, mas o menos me dijo, (si graban las conversaciones allí estará): Señor no es responsabilidad de Gas Natural, el que presta el suministro es Endesa. Sabia contestación para la mayoría de clientes (los tienen bien aleccionados para estos casos). Por lo menos debe de frenar al 99,99% de los clientes que, ante tal indiscutible justificación deben de pensar ¡Ah claro!, ¡Es culpa de Endesa, pobre Gas Natural!. Como puede suponer estimado Sr. Gabarró, le recordé a aquel individuo que por mí podía ser quien le diese la gana, que para mí (y para cualquiera aunque no caigan en algo tan simple), mi contrato era con Gas Natural y mi reclamación era para con ellos, aparte de que si ENDESA, no presta su suministro correctamente a los clientes de Gas Natural, la responsabilidad no es de ENDESA para conmigo, la responsabilidad es de GN, por no hacer valer sus derechos con su proveedor, y por no prestar correctamente el servicio que me cobra. Yo pago a G.N. no a ENDESA (le suena Sr. Gabarró?). El individuo se calló unos instantes y me pidió que me esperara. Utilizó la vieja táctica de desatención, perdón, de atención al cliente, como es dejarlo al teléfono acompañado de una musiquilla mala, al objeto de que a los pocos minutos se canse y cuelgue. Sr. Gabarró, yo no colgué. A los diez minutos otro caballero cogió el teléfono preguntándome en qué podía ayudarme a lo que le contesté que estaba esperando al teléfono a un señor que me había dicho que esperara desde hacia un rato. No sé si fue por el tono un poco seco por mi parte, pero el caso es que parece que se asustó y ahuecó el ala, pasándome a una Srta., la cual como es costumbre me atendió correctamente, aguantó mi enfado ya no sólo con Gas Natural sino con el valiente, preparado y atento caballero que se atrevió a dejarme colgado al teléfono, (supongo que enfadado porque le rompí el guión con que Vds. los amaestran para atender a sus clientes), y con el fino escudero, supongo que asimismo también asustado y que no se le ocurrió otra cosa que pasarle el muerto a la Srta. Valiente birria de Servicio de Atención al Cliente que tienen Vds. montado. Lo único que se salva es la amabilidad de las personas mientras siguen el guión; en cuanto se les expone algo que se aparta de lo que Vds. les permiten decir se rompen como cristal malo. Un servicio serio con ganas de atender de verdad, tendría algún responsable para atender las llamadas difíciles, las cuales me parece que Vds. consideran todas aquellas que no sea aceptar las bobadas que suelta su personal. En honor a la verdad excepto estos dos Señoritos., mantengo que tienen mucha suerte con las Señoras que atienden a sus clientes. No es que solucionen mucho, pero al menos a mí, me han tratado siempre con total corrección, por cierto, la misma con la que yo las he tratado a ellas, incluyendo a los dos Señoritos o caballeretes. Sigamos. La Srta. tomó nota de mi reclamación y nos despedimos más que correctamente como debe de ser. Por fin, una hora después del inicio del fallo en el suministro, ¡Se hizo de nuevo la LUZ!. Atrás quedaron, por ahora, los problemas que puedan haber sufrido los clientes que precisan la electricidad para la calefacción, para su trabajo, bebés, enfermos que precisen alguna máquina que funcione con energía eléctrica... En fin, Sr. Gabarró, ¿Qué problema hay en que Vds. estén cobrando a los clientes una potencia contratada todos los días, se use o no se use, y que cuando los clientes (aparte de pagarla) la utilicen, los transformadores no estén preparados para soportar la demanda de energía y dar al cliente el servicio contratado y pagado? Me imagino que Vds. creen que ningún problema, y que el error lo cometen los clientes que se atreven a utilizar los elementos eléctricos que creen poder hacer funcionar de acuerdo con lo contratado y pagado, lo usen o no lo usen. En resumen el cliente es el irresponsable, o sea, el responsable del problema.”